Vídeo electoral hecho público por el PSOE de cara a las elecciones generales. En línea con los demás spots publicados hasta el momento, los socialistas elaboran un producto en blanco y negro en el que quedan recogidos los targets habituales que hemos visto en otros trabajos: Jóvenes (algunos muy jóvenes), mujeres de todas las edades (desde la protagonista, situada en la mediana edad, a jóvenes deportistas y con guiño incluido a una pareja de lesbianas), hombres (en su papel de padres de nuevos votantes, mayores de 65 años, empleados de oficios como el de panadero, hombres del ámbito rural y urbano).

Todos los espacios exteriores hablan de ciudades de mediano y pequeño tamaño, en los que no hay demasiados transeúntes por la calle, quizás como un conveniente homenaje a la España vaciada que se manifestó el domingo en Madrid para reclamar que sus ciudades se mueren por la despoblación. Y sobre ese espacio se sitúa a protagonistas que visten un estética «común», de gente «normal», de calle, a los que se refería Ignacio Urquizu, como los que te puedes cruzar en cualquier barrio en España.

Así, hablamos de seis historias que, finalmente, quedan centradas en cuatro, que constituyen los vectores que siempre han garantizado las victorias socialistas: Movilización de mujeres y jóvenes. Por un lado, tenemos a la mujer de mediana edad que se maquilla para acudir al colegio electoral; por otro, el padre que acompaña a su hijo en lo que parece su primera experiencia en unas elecciones; en tercer lugar, la mujer joven que corre (y que parece que es la que antes se despidió de su pareja en la cama, en una apuesta por la diversidad sexual que, hasta ahora, se había centrado especialmente en homosexuales). Y, por último, el relato de la pareja que se encuentra en mitad del campo para acudir a depositar su voto la jornada electoral.

La presentación de los protagonitas se realiza con una sucesión de planos de todo tipo (con guiños a los primeros planos de los pies de la corredora o del producto que realiza el panadero), que se mueven al ritmo de una melodía que tiene un tono optimista. A ellos les acompaña el relato (desde el minuto 0.42), que también viene de la mano de una mujer:

«Por experiencia. Porque no hay nada imposible. Por seguir avanzando y no retroceder ni un poco. Porque todos contamos. Porque siempre hay una primera vez o ni una que perderse. Sea cual sea la España que quieres necesita tu determinación, tu impulso. Nos necesita a todos. Te necesita a ti. Vamos a llenar las urnas de motivos. No podemos parar ahora. Este es el momento de que España siga avanzando. ¿Hacemos que pase?». El spot acaba con un primer plano de Sánchez, en blanco y negro, que, con ausencia de melodía musical, interpela al espectador de manera directa: «El 28 de abril, haz que pase. Por la España que quieres». 

El PSOE opta por las líneas maestras que hemos señalado anteriormente: Protagonismo absoluto del candidato Sánchez, que se enmarca en el tono blanco y negro de los votantes a los que se dirige, para evitar la diferencia (que sí llega con el contraste el color rojo del cierre, con el lema del partido en estos comicios, el marco de la precampaña –La España que quieres– y las siglas del partido); y aviso de que no apoyar al PSOE el 28A puede derivar en un retroceso en la construcción de una España diferente a la que propugnan las derechas.

Y, de paso, constatamos una apuesta arriesgada con la elección de un lema que da margen para la respuesta, que llegó rápidamene desde las filas del PP, en lo que parece su primer éxito de comunicación desde el arranque de la precampaña: «Haz que pase y no vuelva«. En este aspecto, quizás hubiera sido más efectivo acompañar un lema comercial como la orden encubierta que esconde «Haz» con un verbo como suceder y ocurrir. «Haz que suceda» o «Haz que ocurra» engloban la misma idea y,en principio, dan menos margen para que se vuelva en contra.