Documental de Marco Enríquez, presentado en 2002, sobre la evolución de los supervivientes de la Unidad Popular que sobrevivieron al golpe de Estado de Pinochet y a la dictadura. Enríquez, hijo de Miguel Enríquez, fallecido en enfrentamiento con las fuerzas golpistas en 1974, elabora, a partir de entrevistas con los protagonistas del gobierno de Salvador Allende, el mejor retrato de la transición política chilena, país que pasa por ser el ejemplo de lo que el neoliberalismo ha hecho en América Latina.

Sobra decir que muchos de los compañeros de Miguel Enríquez terminaron renunciando a sus principios en aras del bien mayor de la restauración democrática. Muchos también fueron asesores de multinacionales y coordinaron las empresas en el país. Casi todos reniegan de la Unidad Popular y de la forma de lucha elegida para frenar el golpe de Estado, con frases como las que pronuncia Enrique Correa, uno de los protagonistas de la transición política: «La política es parte del reino de la razón, no de la pasion. La razón es la que domina la plitica. La pasión y los sentimientos son los que dominan la vida intima. El esfuerzo racional es el que permte la plitica. si la poitica estuiera interferida por las  pasiones, los dolores, los recuerdos, los traumas, el mundo sería ingobrenable. Entonces pienso que hay que aplicar la pasión, y a toda la pasion, en la vida íntima, y la razón y toda la razón, en la vida política».

El director arranca su trabajo, precisamente, con la llegada al poder de Salvador Allende y su vía chilena de instaurar el socialismo por la vía pacífica, como señaló en un discurso en 1971:

«Nuestra tarea es definir y poner en práctica como la vía chilena al socialismo, un modelo nuevo de Estado, de economía y de sociedad, centrado en el hombre, sus necesidades y sus aspiraciones. Para eso es preciso el coraje de los que osaron repensar el mundo como un proyecto al servicio del hombre. No existen experiencias anteriores que podamos usar como modelo, tenemos que desarrollar la teoría y la práctica de nuevas formas de organización social, política y económica, tanto para la ruptura con el subdesarrollo como para la creación socialista»

A partir de ahí, un buen retrato de los cambios operados por aquellos protagonistas, un buen ejemplo de la frase que se atribuye Winston Churchill: «Si a los 20 años no eres de izquierda, no tienes corazón. Si a los 40 años no eres de derecha, no tienes cerebro». También sobre las heridas del golpe de Estado y la represión, por no hablar de las políticas puestas en marcha por la dictadura, asimiladas de una manera u otra por los gobiernos demócratas de distinto signo que han controlado el poder desde la retirada de Pinochet.