Las primeras horas de la campaña electoral de las autonómicas catalanes del 21 de diciembre transcurren con normalidad a pesar de la situación que vivimos, con un cabeza de cartel, Carles Puigdemont, haciendo campaña desde Bélgica, o el de la lista de ERC, Oriol Junqueras, en prisión tras la decisión del juez del TS de no incluirle en el grupo de ex consellers de la Generalitat en libertad bajo fianza desde el pasado lunes.
Este jueves, Puigdemont se convertirá en el principal protagonista del día con el acto convocado en Bruselas, al que se espera que asistan miles de personas, para denunciar la situación de excepción que se vive en España desde el 20 de septiembre: Ese día, recordemos, la Guardia Civil entró en la sede de la Consellería de Economía y Finanzas del Govern, activando de facto la aplicación del art. 155 de la CE que llegó a comienzos del mes de noviembre.
A la espera de la proyección internacional del acto del independentismo, la campaña transcurre entre sondeos sobre intención de voto contradictorios y la puesta en circulación de material electoral. Así, hemos asistido a las acusaciones de plagio desde el entorno de CQESP a Junts per Catalunya por el desarrollo de la cartelería electoral y a la difusión de los primeros spots de campaña, incluido el de Puigdemont desde Bruselas
Puigdemont como centro de la campaña de JxC
El vídeo difundido por JxC juega con la ristra de prohibiciones ejecutadas desde el Estado para impedir la celebración del referéndum del 1 de octumbre (entrada en imprentas, confiscación de urnas y papeletas, despliegue policial en Cataluña con agentes de policía llegados desde todo el país) y la respuesta ciudadana a todas esas actuaciones: Caceroladas, portar prendas con el color amarillo para reclamar la libertad de los «presos políticos» o actuar como si los miembros del Govern no hubieran sido destituidos.
Éste es el discurso que centra Carles Puigdemont en un entorno exterior y rodeado de naturaleza (quién sabe si para representar que no está en Cataluña físicamente). Invita a todos a realizar todas aquellas actividades prohibidas como presidente de la Generalitat y recuerda que el del 1 de octubre fue un referéndum y que ahora toca hacer un país mejor.
Estamos ante un discurso presidenciable, sin florituras ni trucos de imagen. A diferencia de los grandes momentos de estos meses, Puigdemont aparece solo como un hombre de Estado, ahondando en buena parte de las críticas de los ciudadanos, también no nacionalistas, ante determinadas decisiones adoptadas por el Estado.
Junqueras, presente en la campaña de ERC
Marta Rovira está siendo la cara más visible de la lista de ERC en los medios de comunicación y también en los perfiles públicos de las redes sociales. Ella fue la que mantuvo el debate con Inés Arrimadas el pasado domingo en Salvados (con resultados no especialmente positivos para ninguna) y la persona que está llamada a colocar el mensaje del día del partido. Sin embargo, le persiguen unas declaraciones extrañas, sin pruebas, sobre la amenaza que el Govern habría recibido sobre la posibilidad de que hubiera disturbios y fallecidos en Cataluña el día del referéndum y en fechas posteriores, declaraciones que se le recuerdan en casi todas las entrevistas políticas.
Los sondeos sobre intención de voto sitúan a ERC como la primera fuerza el próximo 21 de diciembre, aunque podría estar perdiendo posiciones, sobre todo en favor de Junts per Catalunya. Eso, según el CIS, habría reducido las distancias con su inmediato competidor, C’s, lo que ha provocado que Joan Tardá señalara este martes que la prioridad el 21 de diciembre es ganar a C’s, asumiendo indirectamente el marco de aterrizaje del Procés del que venimos hablando desde hace semanas.
Parece que, en este contexto, Rovira no es la cara que ayude más a ERC a posicionarse como opción ganadora y eso podría explicar el interés por mantener vivo el recuerdo de Oriol Junqueras en sus páginas y redes y también con su presencia en un spot difundido desde su cuenta de Twitter centrado, sobre todo, en el relato épico de lo que queda por hacer desde la misma defensa de los derechos civiles y políticos. Interesante puesta en escena, aunque entendemos que su audiencia es muy limitada a estas alturas:
C’s engarza con la simbología de otras campañas
En 2015, Junts pel si se presentó a las elecciones con el lema «Ara és l’hora«. C’s adapta ese lema a la actualidad y apuesta por el «Ara sí, Votarem», en clara referencia a la negativa a participar en el referéndum del 1 de octubre. Desde hace meses, C’s ha hecho campaña por un adelanto electoral que finalmente ha conseguido, con opciones de revalidar su posición de segunda fuerza parlamentaria o incluso superar a ERC en escaños, según las estimaciones del barómetro del CIS.
En este campaña electoral, C’s sigue la tendencia implantada en los anteriores comicios desde el punto de vista estético, con la inclusión del corazón dividido con las banderas de España, de Cataluña y de la UE, como guiño a los niveles de soberanía existentes. Estamos ante un spot grabado en exteriores, en los que se da la voz a personas anónimas de todas las edades que, además, en esta ocasión hablan tanto en castellano como en catalán para señalar que queiren hablar en la lengua que quieran (?) y que están hartos de división, de corruptos, de que una elite tome decisiones que afectan a la mayoría:
Como ocurre en buena parte del material electoral de C’s, Albert Rivera se cuela en un momento del spot a pesar de que es Inés Arrimadas la cabeza de lista en estos comicios y que aparece sólo al final del vídeo para lanzar el lema con el que se presenta en estos comicios.
Iceta como epicentro de la campaña del PSC
Estamos ante un movimiento similar al de JxC: Ante una marca que todavía sigue achicharrada, se opta por relanzar el liderazgo de Miquel Iceta, que vive un periodo de vino y rosas respecto a su valoración como una persona necesaria en el choque entre el independentismo y el constitucionalismo que representa C’s y el PP. Su intervención en el Parlament el 10 de octubre, donde fue capaz de amoldar su discurso al cambio defendido en la tribuna por el propio Puigdemont, le catapultó como parlamentario y como un líder necesario. La evolución del PSC en los sondeos sobre intención de voto parecen avalar esta hipótesis.
De cara al 21 de diciembre, el PSC se presenta con un lema, «Ara Iceta«, que lo dice todo respecto a la idea de centrar toda la campaña en el líder, que en el spot no aparece solo: Vemos a Iceta dando al mano a Espadaler, líder de la antigua Uniò, formación con la que firmó un acuerdo de coalición, o a Jiménez Villarejo, que aceptó formar parte de su lista a pesar de su pasado reciente como europarlamentario de Podemos. En definitiva, se intenta proyectar la idea de una lista de país en una situación complicada, en la que Iceta se proyecta como una pieza de diálogo capaz de reconducir la situación:
Los comunes buscan recuperar el eje izquierda/derecha
Catalunya en Comú no está en su mejor momento para afrontar estas elecciones: A sus problemas internos, no especialmente difundidos fuera de Cataluña, se suman las posiciones defendidas por los líderes de Podemos sobre la idea de que el independentismo ha ayudado a despertar posiciones fascistas en el resto del país. Así, no sorprende demasiado los problemas que recogen los sondeos sobre intención de voto, con una vuelta de ex votantes hacia el PSC, partido del que se marcharon desde 2012 a 2015.
De ahí que hayan planteado una campaña basada en recuperar el eje ideológico de izquierdas poniendo el acento en algunos de los problemas sociales que afronta el país (también en Cataluña): Defensa de la educación, de la salud , del empleo digno y de las pensiones públicas. En cuarto lugar, se hace mención al trabajo para no provocar la emigración forzada, para luego referirse a la vivienda (en términos de alquileres) o a la lucha contra la violencia machista.
En los últimos lugares se cita la lucha contra la corrupción, lo que confirma que el mantra que aupó a Podemos en su momento está totalmente desinflado en estos momentos, y una leve mención indirecta al conflicto catalán que se aboga por solucionar votando con garantías, en referencia quizás a la situación de excepcionalidad a la que nos referíamos anteriormente con dos líderes de dos candidaturas en prisión o en Bruselas.
El mensaje se ejecuta colocando a dos grupos de personas, de todas las edades aunque con estética parecida, que va dando pasos al frente cuando se van mencionando los problemas que afronta Cataluña para llegar al cabeza de lista, Xavier Domènech, que menciona que el 21D se votará para no dejar a nadie atrás y reafirmando lo que hay en común entre los ciudadanos.
La noticia, sin embargo, ha sido la, digamos, coincidencia en el planteamiento de la campaña realizado por CeC y por JxC, lo que se explica desde dos planteamientos: O bien ambos comparten la misma agencia de comunicación y esa agencia les ha colocado la misma idea (aunque en el caso de la marca Podemos, engarza con el que ha sido su planteamiento de campaña desde, al menos, 2016); o bien JxC se ha fijado directamente en uno de sus rivales con el objetivo de dirigirse a un tipo de votante diferente al tradicional de CDC: Joven, urbano y de tendencia progregista o, al menos, no tan conservador como el que podría votar a su lista en 2015 o incluso a CiU en 2012.
Incluso las empresas demoscópicas que realizan estudios para medios conservadores sitúan al PP catalán en una situación de debilidad en Cataluña. Las medidas adoptadas por el Gobierno central y la actuación de los tribunales no ha hecho sino rebajar el apoyo a la lista popular en Cataluña, algo que, como hemos visto, también se está replicando en el resto del país. El principal beneficiado de la situación por la que atraviesa el partido que lidera Xavier García-Albiol es C’s, que estaría pescando en el voto del descontento del caladero popular o bien de ex votantes que consideran que el 21 de diciembre será más útil dar su confianza al resto de partidos.
En este contexto, no ayuda el grito de «a por ellos» con el que García-Albiol arrancó la campaña electoral (antes del horario legal, por cierto) ni el lema elegido, «España és la solució», sobre todo por la traslación que se hace de España y el PP: España es la solución y la solución es el PP. En este sentido, parece que esta intención choca con el sentir mayoritario del electorado catalán, que precisamente no parecen querer tener nada que ver con España si eso se relaciona con el PP.
En los canales oficiales del PP, por cierto, hay durante estas primeras horas un mayor protagonismo de Andrea Levy (vicesecretaria del PP pero número 2 de la lista del PPC) sobre García-Albiol, que este martes estuvo acompañado por Mariano Rajoy y por Alberto Núñez-Feijoo, uno de los presidentes autonómicos que han vuelto a mostrar su malestar con Génova tras el acuerdo con el PNV a propósito del Cupo Vasco.
Nos ha sido materialmente imposible encontrar un vídeo de campaña del PP catalán. Lo incluiremos con posterioridad si hallamos uno.
CUP y su apuesta por la democracia radical
Larguísimo spot de la CUP de cara al 21D entrando en uno de los asuntos más relevantes del momento actual: La disparidad entre la república proclamada y la propia realidad, con la participación en unas elecciones autonómicas convocadas por el presidente del Gobierno. A partir de ahí, se hace un esfuerzo por plantear la conquista de la soberanía como elemento central de esa República catalana en proyecto, una soberanía centrada en los problemas de la gente (sanidad, educación) y que también se fija en las luchas internacionales (como la de los kurdos combatiendo al IS o la de las madres de la Plaza 2 de mayo).
Según los últimos sondeos publicados, la CUP podría quedarse cerca de repetir los resultados conseguidos en las elecciones catalanas de hace dos años. En la actualidad, en uno de los focos de resistencia en la calle del independentismo.
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