Los datos del último barómetro del CIS de la era Rajoy venía a confirmar una opinión negativa sobre el contexto político, que se percibía de peor manera que el contexto económico. Así, el 53.8% definía la situación económica como mala (34.4%) o muy mala (19.4%), -0.9 puntos respecto al dato del mes de abril, con un 39.8% que considera que la economía marcha regular. En comparación con hace un año, el 21.5% considera que ha mejorado, el 51.7% mantiene que todo sigue igual y el 25.2% apunta que ha ido a peor. De cara al futuro, el 45.2% mantiene que seguirá establa minetras queel 21.1% considera que mejorará. Un porcentaje similar, un 20%, asegura que empeorará.
En este aspecto, sí que hay grandes diferencias con la consideración de la política nacional; El 76.8% la define como mala (36.9%) o muy mala (39.9%), +23 puntos respecto a los que se pronuncian así por la situación económica. Supone un incremento de +0.6 puntos respecto al mes de abril. En términos comparativos, el 48.2% apunta que todo marcha igual que el año pasado y el 44.1% cree que ha empeorado; sólo un 3.8% cree que hoy las cosas marchan mejor en este aspecto. De cara al futuro, tampoco hay grandes expectativas de mejora: el 12.7% considera que mejorará, el 43.5% que seguirá igual y el 28.2% que mejorará.
Conviene retener el fecha del trabajo de campo: El CIS realizó 2481 entrevistas entre los días 1 y 10 de mayo, es decir, en las peores horas del Gobierno de Mariano Rajoy y casi un mes antes de la moción de censura que ganó Pedro Sánchez. Desde esta perspectiva, es posible que el siguiente barómetro lleve datos distintos que servirán para medir el grado de confianza en el nuevo tiempo político entre la ciudadanía.
No hay grandes cambios respecto a los problemas de interés nacional: el paro sigue siendo el primer asunto a destacar con un 63.6% (+1.3 puntos respecto al mes de abril), seguido de la corrupción y el paro (39.6%, +1.3 puntos, en buena medida por el efecto del caso Cifuentes y de los problemas con los expedientes académicos de líderes del PP de Madrid). Los políticos siguen como tercer asunto de interés (25.4%, -2 puntos) y cierra los primeros puestos los problemas económicos, con un 20.6% (-0.4 puntos).
En el segundo tramo hallamos otros problemas que ya han aparecido en los meses previos: Las pensiones preocupan al 12.4%, aunque es el tercer asunto cuando se pregunta por los asuntos que más afectan personalmente (16%), sólo por detrás del paro (33%) y de los problemas económicos (22.1%). Le sigue la sanidad (10.1%, que logra un 10.7% cuando se pregunta por lo que más afecta) y la precariedad laboral (9.7%, que escala al 10.4% si se pide que se segmente por lo que más interesa personalmente), con la independencia de Cataluña en un lugar muy secundario (7.2%, con un 2.5% que asegura que este asunto le afecta personalmente). Cierran la tabla la educación (7.4%) y los problemas de índole social (7.7%).
En esta ocasión, adjuntamos la tabla de los problemas del país de acuerdo con la variable de voto para constatar, de nuevo, cómo la diferente composición del electorado de cada partido se proyecta sobre los asuntos en los que cada formación pone el foco. Así, la corrupción y los políticos son temas que interesan sobre todo a los votantes de los partidos de la nueva política mientras que las pensiones son mencionadas claramente por el electorado de PP y PSOE.
Modelo de Estado
El CIS no recoge grandes movimientos en cuanto a la preferencia por el modelo de país, que sigue siendo mayoritariamente el autonómico: el 37.1% se siente cómodo con el sistema actual, un porcentaje idéntico al del mes de abril y que convence, sobre todo, a los votantes del PSOE (48.6%), de Compromís (45.7%) y de En Marea (56.2%), que se sitúan por encima de la media.
Las opciones de recentralización son bien vistas por el 29.3% del electorado, que se divide entre los partidarios del Estado unitario (18.9%, medio punto menos que en el barómetro anterior), opción que convence sobre todo a los votantes de PP (34.8%) y C’s (26.8%); y los que reclaman reducir el nivel competencial de las CCAA (10.4%, -1.5 respecto al mes anterior), una opción que gusta al 13.6% de votante del PP, al 20.9% del de C’s y al 14.3% del de Compromís.
La posibilidad de descentralizar más el Estado convence al 22.5% de los votantes: El 13.4% apuesta por aumentar las compentencias de las CCAA (aquí se ubica el 26.4% del votante del PSOE, el 43.9% del de En comú y el 31.2% del de En Marea). Mientras, el 9.1% (-1.2 puntos) apoyaría que las CCAA se convirtieran en estados independientes, una opción bien vista por los votantes de En Comú (31.7%) y de Compromís (17.1%). En este sentido, llama la atención la división del electorado de Compromís en este barómetro, con ausencia de las opciones que supongan federalizar más el Estado frente a los que apuestan por recentralizar o directamente la independencia.
Por último, y en relación al eje izquierda/derecha, el electorado español se escoraba más a la derecha en el último barómetro realizado durante el mandato de Mariano Rajoy: 4.60 frente al 4.55 del estudio correspondiente al mes de abril. Si cruzamos la variable recuerdo de voto, los votantes del PP se ubicaban en el 6.74 mientras que los de C’s se definen en el 5.52; a la izquierda de esta media encontramos al PSOE (3.66) y a UP y las confluencias: De nuevo, los votantes de Compromís y Unidos Podemos son los que se ubican más a la derecha (3.12 y 3.02 respectivamente) frente a los de En Comú Podem (2.58) y En Marea (2.86).
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