El arranque del año ha certificado consideraciones que habrá que tener en cuenta de cara al próximo ciclo electoral. La conclusión más evidente es el desplome del electorado progresista, con una incapacidad manifiesta por parte del PSOE para absorber el voto que sigue perdiendo Unidos Podemos, enfrascado en sus luchas fraticidas por el control del proyecto después de los sucesivos procesos electorales que afrontaremos este 2019.
De manera casi paralela, se consolida el voto hacia las formaciones de centroderecha, que se moverían en torno a un apoyo del 49% con la suma del voto que iría a parar a C’s, que parece ser el actor llamado a decidir de qué lado cae la balanza llegado el caso. Por el momento, su acuerdo con el PP en Andalucía, a pesar de su relación con VOX, no le pasa factura de cara al electorado más centrista que, quizás, podría sentirse espantado con las ocurrencias y algunos postulados defendidos por la formación que lidera Santiago Abascal.
Los sondeos publicados a lo largo del mes de enero recogen que, a pesar de la obsesión de Pablo Casado por evitar la fuga de votos hacia la extrema derecha, el PP sigue cayendo en un contexto de refuerzo de las opciones de VOX, que parece que se consolidan más allá de la sorpresa de los comicios andaluces. Así, los datos recogidos apuntan a que la formación ultra gana apoyo de ex votantes del PP y también de los de C’s, el principal damnificado por la irrupción de VOX como alternativa electoral.
De acuerdo con los datos, la formación ultra se movería en torno al 10.3%, +1.4 puntos respecto al mes de diciembre y todo ello con el efecto distorsionador que supone la estimación de voto del CIS, que le sitúa en el 3.7% de la representación. Destaca, en este punto, el 12.9% que le atribuye Sigma Dos, el 12.5% de Sociométrica o el 13.3% que le otorga Simple Lógica. Como apuntan los análisis, en general se trata de votantes que en su momento se sintieron cerca del aznarismo, mayoritariamente hombres, con un nivel medio de renta, con fuerte implantación en ciudades medianas pero también en grandes núcleos urbanos como Madrid o Sevilla.
Las opciones de VOX, a la espera de que se plasmen en las urnas, confirman una fragmentación del voto en el centroderecha similar a la que en su momento vivió el PSOE con la aparición de Podemos y la convivencia con opciones como IU. Hoy hablamos de un PP que se sitúa en el 20.5%, -0.2 puntos respecto al mes anterior, aunque hay que tener en cuenta la estimación que le otorga Sociométrica (18.3%) o Simple Lógica (18.2%) o el CIS, Metroscopia o Simga Dos, que le sitúan en torno al 19% de estimación de voto.
Este dato constrasta con el 24% de NC-Report o el 23.8% de Celeste-Tel. En cualquier caso, se consolida la fuga de votos y la pérdida de 13 puntos respecto a las elecciones de 2016, un dato que confirmaría que el liderazgo de Casado, con la asunción matizada de algunos de los postulados más polémicos de VOX, no parece haber servido para cerrar la fuga de votos que se habría producido en el partido especialmente desde otoño de 2017, con los últimos acontecimientos en torno al Procés.
C’s, por su parte, se movería en torno al 18.25%, +5.25 puntos respecto a las elecciones de 2016 pero -1.25 puntos respecto al mes de diciembre. Todo apunta a que Rivera podría jugar un papel de llave para decidir futuros gobiernos, sobre todo si finalmente no ejecuta el sorpasso respecto al PP en las citas electorales del próximo mes de mayo. Los últimos sondeos publicados en torno a las opciones en el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad hacen pesar en que C’s podría jugar un papel similar al que jugó tras las municipales y autonómicas de 2015 con apoyos a gobiernos del PSOE y del PP en función del territorio.
En cuanto a las opciones de la izquierda, parece que se constata la incapacidad del PSOE por absorber el voto perdido de Unidos Podemos, que vuelve a ser noticia estas semanas por sus problemas internos en la antesala del arranque del ciclo electoral y que, a medio plazo, minará las opciones del PSOE. Con un 15.4% de estimación de voto de media, pierde 1 punto respecto a los sondeos publicados en diciembre, a la espera de compulsar el efecto de la penútlima crisis interna vivida. En cualquier caso, la formación morada se deja 5.7 puntos y podría caer hasta los 31 escaños (GAD3).
Con una participación similar a la de 2016, el PSOE se movería en torno al 24.7%, +0.3 puntos respecto al mes anterior y +2 puntos respecto a las últimas elecciones generales, lo que vuelve a plantear la incógnita del comportamiento electoral del votante descontento de Unidos Podemos en los próximos meses. A la espera de confirmarlo, PSOE y UP suman el 10.1% de los apoyos frente al 49% de PP, C’s y VOX, lo que hace prácticamente inviable repetir una mayoría similar a la que desalojó a Mariano Rajoy de La Moncloa en la moción de censura.
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