27-S: Todo paralizado hasta que pasen las elecciones generales (I)

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No fallaron estrepitosamente las encuestas sobre intención de voto esta vez. Las elecciones de este domingo arrojaron un Parlament muy fragmentado, con una fuerza, Junts pel Sí, que se ha quedado a 6 diputados de la mayoría absoluta y dependiente de la CUP para iniciar el proceso de independencia de España.

Entre ambas fuerzas sumaron el 47.74% de los votos frente al 50.62% que no votaron a estas candidaturas [en ese grupo incluimos a Unió, a pesar de que se quedó sin representación, y a Catalunya Sí Que es Pot (CSQEP), a pesar de su posicionamiento ciertamente ambiguo en torno a la independencia]. Desde esta perspectiva, el independentismo perdió la partida al conseguir, como se esperaba, la mayoría absoluta de escaños pero no de porcentaje de voto, una diferencia a la que se han amarrado los medios de comunicación en su interpretación de los resultados electorales.

El 27-S, además de poner en un lugar complicado a Artur Mas y a la CUP, concluyó con la constatación del cambio en el sistema de partidos: C’s sustituyó definitivamente al PSC como el principal partido de oposición (en 2012 ERC jugó este papel) y emergió como el partido constitucionalista de referencia en Cataluña. Apenas 8 años después de haberse constituido como plataforma cívica, C’s consiguió un resultado que casi equivale a los escaños logrados por socialistas y ‘populares’.  Cataluña, de esta manera, se convierte en la plataforma para disputar el voto en las próximas elecciones generales, una cita en la que logrará muchos más del 0.40% de los votos que consiguió en la convocatoria de 2008.

Con el 77.44% de participación, +9.68 puntos respecto a las elecciones autonómicas de 2012, Junts pel Sí fue el partido más votado: 1.620.000 catalanes dieron su confianza a la lista que encabezaba Raül Romeva, un resultado que se tradujo en 62 diputados, 9 menos de los que consiguieron en 2012 las listas de CiU y ERC. En términos de votos, consiguieron un número similar [1.614.000 millones de votos frente a los 1.620.000 de este domingo], por lo que hay que buscar explicación en la asignación de escaños en aplicación de la Ley electoral:

CapturaResultados

C’s’, con 734.000 votos, pasó  de 9 a 25 diputados y se convirtió en la segunda fuerza parlamentaria en Cataluña [aunque se sitúa a 37 asientos de la primera opción]. Con el 17.93% de los votos, la lista que encabezaba Inés Arrimadas -y Albert Rivera, aunque en la práctica éste no se presentara-, ganó 10.36 puntos respecto a 2012 y se conviertió en el referente de la unidad de España y de la Constitución en Cataluña.

Tenemos, pues, un cambio en el sistema de partidos en Cataluña, con un desplazamiento de las fuerzas tradicionales en beneficio de formaciones que representan una manera nueva de hacer política. Junto al éxito de C’s, las CUP se convirtieron en la novedad de la noche, al conseguir 336.000 votos, el 8.20% del censo, +4.72 puntos respecto a 2012, que se traduce en una subida de siete diputados de los tres que tenía en ese momento. Los focos se dirigieron en todo momento a sus siglas, puesto que de ellas depende la dirección que adopte el proceso independentista y/o el futuro del Gobierno autonómico.

Conviene detenernos en los resultados de las marcas de los principales partidos nacionales en Cataluña:

  • Tal y como estaba previsto en las encuestas, el PP sufrió un batacazo sin paliativos y pasó a ser la quinta fuerza parlamentaria en Cataluña. Perdió 123.000 votos y pasó del 12.98% de representación a un 8.50%, lo que se traduce en una pérdida de 8 diputados. Los ‘populares’, de esta forma, se convierten en un partido irrelevante en Cataluña, algo que, suponemos, ya daban por descontado al colocar como cabeza de lista a Xavier García-Albiol. En sus primeras valoraciones, el candidato recordó que fue elegido en pleno verano para remontar una campaña que aventuraba un resultado peor. Desde el partido se habló abiertamente de un error de planteamiento, sobre todo desde el Gobierno, con hitos como el debate que celebró el ministro de AAEE, José Manuel García Margallo, con el número 5 de la lista Junts pel Sí, Oriol Junqueras.
  • Aunque las encuestas no apuntaban esta posibilidad, el PSC aguantó y se situó como la tercera fuerza parlamentaria con el 12.74% de los votos (-1.69 puntos en relación a la representación que tenía), que se traduce en una pérdida de cuatro de los 20 escaños que consiguió. Si tenemos en cuenta la crisis interna que ha vivido el partido debido al proceso independentista, con la escisión del sector más catalanista, este resultado permite respirar aliviado. Los socialistas siguen siendo una fuerza de referencia en Cataluña, y quizás algún día sepamos qué grado de responsabilidad tuvo la campaña simpática que protagonizó Miquel Iceta, con sus famosos bailes.

Una de las sorpresas de la noche, además de los 25 escaños de C’s, la protagonizó CSQEP, la lista en la que acudía a las urnas Podemos. Con el 8.94% de los votos, se dejó casi un punto respecto al resultado que obtuvo en 2012 ICV, y pasa de 13 a 11 diputados. Estamos pues ante el primer fracaso real de Podemos desde su nacimiento: No consiguió cambiar el tono de la campaña y no ha emergido como alternativa al statu quo que representó la pugna independentismo/no independentismo.

Distribución del poder provincial

Barcelona se convirtió en la plataforma que explica el éxito de C’s. Con el 18.87% de los votos, la lista logró 17 de los 25 diputados conseguidos en los comicios, lo que supuso un incremento de 10.44 puntos respecto a 2012 (+9 diputados). Junts pel sí consiguió el 36.03% de los votos (-4.77 puntos respecto a la suma de los resultados de CIU y ERC en 2012) y se dejó 6 de los 38 diputados conseguidos entonces por ambas fuerzas. El PSC, por su parte, pasó de 14 a 12 diputados (-1.71 puntos en votos) y CSQEP se dejó uno de los 10 asientos conseguidos por ICV en 2012. Barcelona fue también una de las tumbas de las expectativas de voto del PP: pasó del 13.27% al 8.86% de representación, que se tradujo en una pérdida de 4 escaños, que fueron los que ganaron las CUP: pasó de 3.41% a un 8.27% de los votos y de 3 a 7 diputados:

CapturaResultadosBCN

En Girona, Junts pel sí confirmó las estimaciones de voto que planteaban los distintos sondeos: obtuvo el 56.05% de los votos y 11 diputados, -4.68 puntos y un escaño menos que en 2012. No es descabellado pensar que este voto se fue a la CUP, que logró el 8.58% de los votos (+4.38 puntos) y un diputado. El resto del voto se distribuyó de esta manera: C’s ganó 8.97 puntos respecto a 2012 y logró dos diputados (que pueden provenir del PSC y del PP). Los socialistas se dejaron un diputado y -1.38 puntos  mientras que los populares perdieron 3.72 puntos. CSQEP, con el 4.77% de los votos, conservó el diputado que logró en 2012 ICV, aunque se dejó 1.14 puntos:

CapturaResultadosGirona

Lleida también arrojó los resultados previstos por los sondeos que hemos analizado en este blog: Junts pel Sí sumó el 55.16% de los votos y 10 de los 15 diputados en liza, uno menos de la suma de lo que en 2012 obtuvieron ERC y CiU (-5.3 puntos). C’s se convirtió en la segunda fuerza en esta provincia, con el 11.61% de los votos (+8.28 puntos) y 2 diputados , que podrían proceder de las filas del PP y tal vez del PSC. Los socialistas, con el 8.45% de los apoyos (casi 2 puntos menos) conservaron el diputado que logró en 2012, pero este diputado puede venir de votos de ICV: CSQES no logró representación con el 4.29% de los votos (-1.1 puntos). El PP, por su parte, perdió casi 4 puntos de representación:

CapturaResultadosLleida

Tarragona también auguraba sorpresas y se produjeron: Fue la provincia en la que se cimentó también el poder de C’s en detrimento del PP, que se dejó 2 de los 3 diputados que logró en 2012. Junts pel sí consiguió el 41.60% de los votos (-6.25 puntos) y 9 diputados de los 10 que obtuvo en 2012. C’s, con el 19.41% de los votos, ganó nada menos que 12.14 puntos respecto a las anteriores elecciones y pasó de 1 a 4 asientos, que fueron los que pierden PSC y el PP. Los socialistas lograron el 11.83% de los votos (-1.75 puntos) y perdieron un diputado. El PP, con el 8.92% de los votos, perdió 6 puntos y dos de los tres diputados que tenían. Las CUP, por su parte, lograron un diputado al pasar del 3.59% al 7.38% de los votos mientras que CSQEP mantuvo el diputado que consiguió ICV en 2012 con el 6.47% de los votos (casi 0.4 puntos menos):

CapturaResultadosTarragona

Participación histórica

CapturaParticipacionhistoricaLas elecciones de este domingo suscitaron una participación histórica: El 77.44% del censo acudió a las urnas, +9.68 puntos respecto a las elecciones de 2012, que ya generaron una participación récord en una convocatoria electoral desde la restauración democrática. Hubo diferencias de hasta 20.79 puntos en relación a los comicios de 2010, el año en el que el TC rectificó el Estatut aprobado por el Parlament y recurrido por el PP y donde comenzó buena parte del malestar que desde entonces demuestra una parte muy importante del pueblo catalán.

Pero las diferencias no acaban ahí. Vemos aumentos de hasta 15.64 puntos respecto a los comicios de 2003, los primeros a los que no se presentó Jordi Pujol como cabeza de lista de CiU y de los que salió el primer gobierno tripartito catalán.  Queda claro, por lo tanto, que a pesar de que el PP y, en menor medida, el PSC insistieron en que las de este domingo eran unas elecciones autonómicas más, los catalanes se tomaron la cita en las urnas como un acontecimiento especial.

Si nos centramos en la distribución del dato de participación por provincias, llama la atención el aumento de casi 11 puntos en Tarragona, que pasa por ser una de las provincias donde mayor vuelco de resultados se ha producido: En beneficio de C’s y en perjuicio, sobre todo, del PP, que ha perdido buena parte del camino que había ganado: CapturaParticipacion

Como hemos visto durante toda la campaña, además de Tarragona era fundamental el voto en Barcelona, ya que es la provincia que arroja mayor número de diputados (85). Es sintomático el crecimiento de hasta 10 puntos también en participación, dato que se puede explicar por la enorme movilización conseguida por C’s y por Junts pel Sí. Parece claro que los datos favorecieron más a la lista de Arrimadas.

Plebiscito vs no plebiscito

Desde la vuelta de vacaciones, hemos asistido a una pugna, en los medios, por situar el plebiscito sobre la independencia de Cataluña como el asunto central de la campaña electoral. Ayudó la elección del nombre de la candidatura unitaria de Convergència, ERC y de las plataformas cívicas, y el tono de la campaña ha certificado que los catalanes acudieron a las urnas para decidir, sobre todo, respecto a este asunto. Sepultado en ese debate han quedado asuntos como los recortes sociales, la corrupción o el modelo de país que se quiere construir, sobre todo ante referentes de turismo masivo como Barcelona.

Podemos jugar a la ciencia ficción y pensar cómo hubiera ido la interpretación de los medios que las opciones independentistas (Junts pel Sí y CUP) hubieran obtenido más del 50% de votos. Lo que queda claro es que el 47.74% obtenido por ambos conllevó un suspiro de alivio y la construcción de un argumentario en torno a una idea: Mas ha perdido el plebiscito al no haber conseguido sumar a la mayoría absoluta de escaños la mayoría absoluta de votos.

Ésta fue la tesis repetida por los dirigentes del PSC, el PP y C’s, que aprovechó su primera valoración de los datos para pedir la dimisión de Artur Mas y la convocatoria de nuevas elecciones para que los catalanes puedan decidir sobre todo aquello que no ha figurado en esta cita electoral. Así, desde primera hora de la noche, asistimos a una guerra de cifras en este sentido:

  • Entre los que señalaron que el 51.71% de los votantes, incluidos los de formaciones que no lograron representación parlamentaria, no habían apoyado las listas que apoyaban claramente la independencia de Cataluña.
  • Entre los que apuntaron que los partidarios del no apenas superaron el 40% de la representación. Incluían en este grupo a los votantes de C’s, PSC y el PP, los partidos con representación que abiertamente se habían mostrado en contra de la independencia. Raül Romeva, que no tuvo su mejor noche el domingo, intentó explicar esta diferencia en una surrealista entrevista en el especial de La Sexta.

La consecuencia directa ha sido que CSQES ha vuelto a tirar de ambigüedad pidiendo que ningún bloque use los votos recibidos por su formación para sumar o restar apoyos en torno al debate identitario.

Sea como fuere, la misma noche electoral se visualizó el papel que está llamado a ocupar cada partido político:

  • Inés Arrimadas representó el papel de C’s como el principal partido de la oposición, con la petición de dimisión de Artur Mas y la convocatoria de nuevas elecciones. En todo momento se habla de las elecciones catalanas como la primera vuelta de las generales, en las que C’s aspira a ocupar un papel frente a lo que denominan «bipartidismo decadente»
  • Miquel Iceta felicitó Junts pel Sí por su victoria, dejó claro que su resultado es «inferior» al que sumaron CiU y ERC en 2012 y recordó que este resultado es aun peor si se tiene en cuenta que «los que planteaban las elecciones como un plebiscito no han llegado al 50 % de los votos». Este lunes, Sánchez ha pedido el voto para que Iceta sea investido presidente de la Generalitat, al tiempo que se fija en las CUP como un problema para el nuevo Govern por su carácter anticapitalista. Desde el PSC, que conoce mejor la dinámica partidista en Cataluña, no se esgrime este discurso.
  • En una comparecencia conjunta, Oriol Junqueras aseguró: «hoy el ‘Sí’ ha ganado. En escaños y en votos». Consideró que tienen una mayoría 2más que suficiente» para seguir con su proyecto indepentista: «En las próximas semanas tendremos que poner las bases para posibilitar una Cataluña independiente, un Estado independiente, por el que siempre hemos trabajado». Artur Mas, ccuyo liderazgo está más que cuestionado al obtener el mismo resultado con ERC que el que tuvo CiU en 2010 (lejos de los 72 que consiguió la coalición en 1984), siguió en esta línea: «Hemos ganado. Hoy tenemos una doble victoria: ha ganado el ‘Sí’ y la democracia. Todos aquellos que nos decían que no había ganas de votar, ya pueden tomar nota porque sí había ganas. Así que calma y buenos alimentos. Todos aquellos que le negaban el caracter plebiscitario, qué dirán ahora con un más del 70% de participación. Algo que nunca se había visto. Claro que es un plebiscito».
  • Xavier García Albiol consiguió el peor resultado para el PP desde las elecciones de 1992. En sus primeras comparecencias recordó que él lleva al frente del partido apenas dos meses, por lo que indirectamente atribuye el estrepitoso fracaso ‘popular’ a su antecesora, Alicia Sánchez-Camacho. Este lunes, reconoció que los resultados les han dejado «preocupados» e incidió en la necesidad de acometer una «profunda reflexión» sobre lo ocurrido y tomar medidas.
  • Lluis Rabell, el cabeza de lista de CSQEP, reconoció que para la formación era un mal resultado y que ganó de forma «concluyente la otra hoja de ruta» propuesta por Junts pel Sí para resolver la crisis nacional de Cataluña. Durante sus primeras intervenciones, este lunes, se refirió directamente a la próxima contienda, que tendrá lugar en el Parlament para votar al futuro presidente de la Generalitat. Ante la posiblidad de que la CUP no apoye una investidura de Artur Mas, Rabell dejó clara la posición de su partido: «Que cada palo aguante su vela. Las han generado un mandato democrático. Que se espabilen y asuman sus responsabilidades. Si Junts pel Sí se quiere quitar de encima a Mas ya nos los dirán».
  • En su primera valoración, la CUP consideró que con los resultados obtenidos hoy por los partidos independentistas el proceso «tira hacia adelante», pero avisó a Artur Mas de que los resultados también ponen de manifiesto que «nadie es imprescindible» y que todos son «necesarios» en la nueva etapa que se inicia. Este lunes, descartó declarar la independencia de forma unilateral porque los resultados indican «que no se ha ganado el plebiscito». A última hora de la tarde, Antonio Baños aseguró que Artur Mas no sería el «adecuado» para presidir el nuevo Govern y apeló a buscar una «figura de consenso» para ese cargo.
  • Josep Antoni Duran y Lleida, otro de los grandes derrotados de la noche, puso su cargo a disposición del partido tras reconocer su mal resultado: «Estas elecciones no nos han ido bien. No hemos ganado, hemos perdido. Hay que decir las cosas por su nombre. No tenemos representación parlamentaria». A pesar de su decisión, Duran i Lleida miró al futuro en su comparecencia al dirigir la mirada a las próximas elecciones generales: «No nos arrepentimos de nada, pero nos ha faltado tiempo y estamos convencidos de que tenemos espacio político. Unió continuará y ya veremos qué sacará en las próximas elecciones autonómicas. Seguro que será una fuerza determinante en los futuros comicios a las Cortes Generales»

Acerca de llegalaultima

Politóloga y periodista en transición
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