La crisis económica y política que llegó aparejada a la misma tuvo una derivada que apenas se abordó en su momento y que hoy pasa desapercibida: La crítica al Estado autonómico y a la descentralización del país en términos generales en un país con unos territorios que manifiestan una fuerte tendencia federalizante, tal y como se ponen de manifiesto en los Consejos de Política Fiscal y financiera, sanitarios o educativos.
Esta tendencia, que fue un hecho en septiembre de 2012, cuando el apoyo al estado de las autonomías llegó al 29.4% (29.9% en noviembre de 2014) se fue mitigando desde el año 2015, tal y como se puede comprobar en la serie de barómetros del CIS que hemos analizado en este blog, se convirtió en una anécdota mientras se recuperaba el fuelle económico. En julio, octubre o diciembre de 2015, el apoyo al Estado autonómico actual superaba el 38% mientras que en febrero, marzo o junio de 2016 ese apoyo rozó el 40%. En el barómetro del CIS de abril de este año, el apoyo al modelo actual llegó al 40% (40.6% en el barómetro del pasado mes de julio).
La crisis catalana, además de favorecer el resurgimiento de un patriotismo ausente en España fuera de las competiciones futbolísticas, puede estar propiciando, a las bravas, una opinión dominante a propósito de la recentralización del Estado por la vía de la aplicación del art. 155 y de la recuperación de una parte de las transferencias realizadas a las CCAA. Una tendencia que, repetimos, no era mayoritaria ni mucho menos en los últimos barómetros del CIS publicados.
Éste es el escenaroi que plantea el sondeo de GAD3 para el diario ABC, realizado a partir de1.238 entrevistas dentro y fuera de Cataluña entre los días 2 y 6 de octubre, es decir, con tota la resaca del referéndum sobre la independencia. Destacamos varios mensajes: El 60% de los españoles considera que el Gobierno central debería recuperar todas las competencias transferidas a Cataluña si el Govern declara la independencia catalana, porcentaje que se queda en el 34% cuando se pregunta a los catalanes.
Así, el 69% considera que el 1-O los Mossos desobedecieron una orden judicial (31% de catalanes opina así) y el 69% considera que el Estado debería recuperar las competencias de seguridad (36% de catalanes). Este mismo porcentaje lo conforman los españole que señalan que la Generalitat está descuidando los servicios públicos por el Procés. El 66% mantiene que lo mismo debería ocurrir con la educación, que debería estar controlada por el Gobierno central.
En otro orden de cosas, el 73% de españoles y el 75% de catalanes mantiene que los dos gobiernos deberían dialogar para evitar la ruptura ante un referéndum que el 88% apunta que ha dividido a la sociedad catalana (66% de catalanes opina así también); el 93% señala que el referéndum ha perjudicado la economía (75% de catalanes) y el 57% (46% de catalanes) reclama la celebración de elecciones autonómicas como vía de solución del conflicto.
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